martes, 18 de febrero de 2014

Sparklehorse: paisajes del cielo y del infierno (Por Lucas Gunner)

Sparklehorse es una banda que cualquier amante de la música debería escuchar. Con cinco discos editados (el suicidio de Mark Linkous, líder, cantante y  multiinstrumentista, en 2010 puso fin al proyecto), la banda estadounidense de Indie rock nos muestra diferentes pasajes musicales en cada una de sus placas.
Conocí a Sparklehorse a mediados de 2012 (Pablo Krantz, músico y amigo, me la recomendó) con el disco ‘It's a Wonderful Life’ del año 2001. Aquella placa captó inmediatamente mi atención, ya que desde principio a fin me envolvió con diferentes texturas, como una pintura con colores fríos que, por momentos se hace más armoniosa con algunos colores cálidos. Los teclados del primer tema del disco, que le da título a este, capturaron mis sentidos, y los arreglos sutiles de guitarras acústicas ponen esa armonía que refleja el gran gusto de Linkous.
Por otro lado, en ‘It’s a Wonderful Life’ encontramos temas oscuros, que se acercan al doom, melodías más pesadas y frías con toques electrónicos, como ‘Dog Door’ que cuenta con la participación de Tom Waits. ‘En King of Nails’, el riff del comienzo reivindica el poder que puede tener una guitarra acústica bien ejecutada, junto con una distorsión grunge de guitarra eléctrica que hace que el tema parezca salido de un lado B de Soundgarden. ‘Piano Fire’ cuenta con la participación de la gran PJ Harvey en voz y guitarras, otra gema Indie rock de la placa y con John Parish en el bajo.
Sin embargo, el tema ‘Little Fat Baby’ es uno de los temas más bellos del disco: los arreglos de cuerdas, los sintetizadores, las guitarras acústicas y la voz de Linkous que reza en el estribillo ‘Fue arrastrado por un burro por los vidrios y los arrayanes/ Pero alguna vez fue un bebé gordito’, resaltan por su emotividad.
El segundo disco de Sparklehorse, ‘Good Morning Spider’ de 1998, también merece estar entre los favoritos de cualquier melómano. Con temas más melódicos e introspectivos como ‘Hey, Joe’, ‘Painbirds’ y ‘Saint Mary’ y temas rockeros como el hit ‘Sick of Goodbyes’ y ‘Pig’, el potente rock que abre el disco, nos lleva por diferentes rutas de armonías y nos hace entender que en el rock no todo es tempo acelerado y notas estridentes .

Sparklehorse, que alguna vez fue soporte de Radiohead, es una de las bandas más complejas y fructíferas del Indie rock: nos conduce hacia distintos paisajes, distintas armonías; nos muestra que, tanto el buen gusto y las sutilezas, como las guitarras distorsionadas y los efectos de voz son válidos en el rock; nos arrastra como por los vidrios y los arrayanes, aunque alguna vez hayamos sido bebés gorditos.