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Cine

Reseñas de películas y cortometrajes en nuestra sección dedicada al cine.

Recomendado del viernes

Todos los viernes te recomendamos un disco, un libro o una película para que disfrutes el fin de semana.

sábado, 30 de marzo de 2013

Cine: La memoria del muerto (Por Juan E. Tranier)


El cine de género made in argentina está bien vivo y coleando. O, al menos, se arrastra, tose y escupe sangre, como corresponde.
                Encontrarse con estas pequeñas joyas dentro de nuestro cine nacional es alentador, esperanzador y refrescante. Tengo que confesar que el cine de género, y sobretodo el de terror, es una de mis debilidades. La Memoria del Muerto (2011) es una película bien lograda, bien trabajada y con mucho amor. Si, amor, leyeron bien.
                No muchos saben la cantidad de complicaciones por las que atraviesa una película para poder llegar a su estreno: complicaciones de orden burocrático, presupuestario y poca de atención por parte de la crítica y del público. Por lo tanto, es doble (o triple) el mérito de Valentín Javier Diment al poder estrenar La Memoria del Muerto, película de género (terror en este caso, pero con toques de suspenso, drama y del cine fantástico), que no siempre termina hallando su lugar en la cartelera.
                En los últimos años, y gracias a la labor de festivales como el BARS (Buenos Aires Rojo Sangre), se fue construyendo, de a poco, una pequeña escena de realizadores que ponen toda su atención y dedicación en el cine de género (el concepto “cine de género” es algo que voy a utilizar mucho). Hay que destacar a Farsa Producciones como pioneros locales en estos géneros poco transitados (su saga Plaga Zombie es algo sencillamente maravilloso) . Y películas como Fase 7 (Nicolas Goldbart, 2011), ¡Malditos Sean! (Demian Rugna y Fabian Forte, 2010) o Diablo (Nicanor Loretti, 2011) que han demostrado que se puede hacer cine de género de calidad y con gran manufactura técnica.
                Diment, con seguridad y pulso firme se mide en esta película con los grandes maestros del cine de terror, hay guiños a Sam Raimi (la cámara subjetiva en el bosque recuerda a Evil Dead), a John Carpenter  (los personajes encerrados en un espacio claustrofóbico), a Wes Craven (Nightmare on Elm Street), a Dario Argento (en realidad a todo el cine de terror italiano, llamado giallo) y muchos más. Pero el film no es un compendio de homenajes solapados ni mucho menos, tiene un relato autónomo, autosuficiente y sólido.

                El primer plano del film ya define como y hacia conducirá el relato: sangre negra, espesa y burbujeante: cuarenta y nueve días después de fallecido Jorge (Gabriel El Puma Goity), su viuda Alicia (Lola Berthet) organiza una reunión en algún lugar alejado con sus amigos para leerles una carta y despedirlo en una última noche de recuerdos. Lo que los allegados de Jorge no saben es que todo es parte de un plan macabro que incluye traer de regreso del más allá al difunto y que durante esa noche todos sean visitados por sus más terribles y oscuros secretos o recuerdos. No conviene revelar más ya que el film va desplegando capa sobre capa y parte del encanto de esas películas es sorprenderse junto con los personajes.El uso de efectos especiales es soberbio y justamente dosificado a lo largo del metraje. Los sustos (que los hay a montones, vamos, es una película de terror) abundan y jamás se quedan en el mero chiste, sino que Diment y su troupe saben que están haciendo un film de género y que no se debe ceder a la tentación de la simple sátira; no obstante, hay momentos o líneas de dialogo para relajar (el gran chiste final, o el clímax hiper-gore). Pero de lo que hay, y mucho, pero mucho, es sangre, de a litros y litros, a chorros,  a baldazos y en piletones.
                Amigos, me saco de encima el mote de crítico, reseñador, o lo que sea se llame a esto de comentar películas, para invitarlos a pegarse un baño de sangre y cine en vuestras salas más cercanas, encontrarán que La Memoria de Muerto no es un film perfecto, pero que, paradójicamente, tiene mucha vitalidad y energía para compartir.
           

Ficha técnica:

La Memoria del Muerto, 2011, 100’, ARG, Findling Films / Películas V / INCAA
Dirección: Valentín Javier Diment
Guión: Valentín Javier Diment, Martín Blousson, Nicanor Loreti, Germán Val
Producción: Valentín Javier Diment, HernánFindling
Fotografía: Claudio Beiza
Montaje: Martín Blousson, Valentin Javier Diment, Gustavo Daniel Gorzalczany
Arte: Gabriela González, Leandro Bury Bustos, Rebecca Martínez, Mariana Rosselli
Música: Pablo Borghi
Reparto: Lola Berthet, Gabriel Goity, Luis Ziembrowski, Rafael Ferro, Jimena Anganuzzi, Matías Marmorato, Lorena Vega, Ana Celentano, Flora Gró
Sitio oficial: http://peliculasv.com.ar/laMemoria.html                     

viernes, 29 de marzo de 2013

Recomendado del viernes: Efectos Colaterales (Por Juan E. Tranier)


La última película de Steven Soderbergh es la última película de su carrera. Al menos así lo viene anunciando el director. Sin lugar a dudas, Soderbergh es dueño de una de las filmografías más eclécticas, diversas y prolíficas del panorama actual hollywoodense.  Su primera película, Sexo, Mentiras y Video (Sex, Lies and Videotapes, 1989), lo puso en el foco de atención de la prensa especializada, que lo transformó en el nuevo wonderboy del cine independiente norteamericano y figura claveen los festivales de Sundance y Toronto. Pero rápidamente empezó a trabajar y a trabar amistad con las grandes mega-estrellas de Hollywood (George Clooney, Matt Damon, Brad Pitt, etc.) forjando una forma de producir sus propias películas dentro del sistema de estudios sin perder control sobre su obra (Soderbergh puede hacer la dirección de fotografía, operar cámara o la edición de sus propias películas). Soderbergh es capaz de ir de una producción independiente pequeña (The Limey, 1999; The Underneath, 1995; TheLast Time I Saw Michael Gregg, 2011) a un monstruo-tanque (Ocean’s Eleven, 2001; Ocean’s Twelve, 2004; Ocean’s Thirteen, 2007), o trabajar temas serios y comprometidos (Erin Brockovich, 2000; el díptico Che, 2008) hasta películas más superficiales y relajadas (la ya mencionada saga de La Gran Estafa; Out of Sight, 1998; Magic Mike, 2012), todo con un nivel de productividad poco usual (ha llegado a estrenar dos películas en el mismo año).
El estreno de Efectos Colaterales (2013), junto con el anuncio del retiro del director, generaron expectativa: así como el grueso de su obra es ecléctica, su calidad muchas veces es esquiva e irregular.
Efectos Colaterales bien puede funcionar a modo de resumen de la obra de Soderbergh: maneja un tema relativamente serio o de denuncia (en este caso, la industria farmacológica), mantiene ciertos rasgos livianos en las resoluciones, tiene un elenco multiestelar, y una clara identificación en su fotografía y montaje. Ahora bien, no necesariamente por mantener algunas constantes de su obra la convierte inmediatamente en una gran película. Tampoco en una mala, pero al terminar de verla se percibe un mal gusto, o al menos, un gusto a poco.
Emily (Rooney Mara, irreconocible desde su papel en La Chica del Dragón Tatuado) va en busca de su marido Martin (el bodoque de músculo puro Channing Tatum) que acaba de salir de prisión. Con el correr de los días Emily va mostrando un malestar cada vez más profundo, una depresión de la que ya tiene antecedentes y que podría llegar a provocarle daños a sí misma. Recurren entonces a la ayuda del Dr. Jonathan Banks (Jude Law, siempre unos tonos más arriba en su composición) que probará muchos medicamentos para levantar el estado anímico de Emily. Finalmente, al fallar todos, probarán con una droga en fase experimental que acaba de salir al mercado y que promete ser el medicamento definitivo para combatir trastornos bipolares, depresiones y demás. La droga en cuestión, Ablixa, cuenta con un fuerte apoyo publicitario y se puede ver su marca en colectivos, en las calles, en la televisión. El estado de Emily mejora dramáticamente y aquí ocurre el primer cambio importante en la trama: ocurre un crimen que bien puede haber sido causado por los efectos secundarios del Ablixa.
Hasta aquí el film suscribe al thriller y se mantiene fiel a sus reglas, el problema es que la constante sucesión de vueltas de tuerca o giros inesperados van haciendo inverosímil la trama. Los buenos no son lo que parecen ser, ya que tienen un background dudoso, como mínimo. Los malos quizás no sean tan malos y las victimas tal vez no sean lo que aparentan. Efectos Colaterales parece que quiere ir hacia el film de denuncia en torno de la industria farmacéutica, el uso irresponsable de drogas de curso legal por parte de doctores y pacientes, una crítica ácida hacia el monstruo símbolo del capitalismo que es la bolsa de valores, etc., pero (y este es un pero gigante) la película se frena y toma otra dirección totalmente diferente. Una que lleva a la historia a los pies del thriller psicológico de tintes eróticos, que bordea lo ridículo y lo grotesco en algunos personajes (Catherine Zeta-Jones).
En la critica que Luciano Monteagudo hace de la película en Página/12 (Click aquí) menciona que Soderbergh y Scott Z. Burns (habitual colaborador del director) juegan con cartas marcadas, al escatimar o presentar nueva información que al espectador le había sido vedada. Algo de esto que dice hay, y abunda. Incluso se llega a sobreexplicar todo en sendos flashbacks, creando serias falencias en el ritmo narrativo.
Dicho esto, Efectos Colateralessí mantiene la mayoría de los rasgos estéticos del director de Haywire y Contagion, una fotografía azul, gélida, montaje preciso, distante, una construcción de los personajes fría, que genera ambigüedad, y hasta la primer hora un ritmo atrapante y desconcertante.
Steven Soderbergh ha declarado que su renuncia al cine es definitiva para dedicarse al teatro, a la pintura y a la tv, lamentablemente su canto de cisne no estuvo a la altura de la obra, irregular, si, pero interesantísima y mucho más compleja que se lo se puede ver en su superficie.


Escrito por Juan E. Tranier para Escritos Circulares






Ficha técnica:


Side Effects, 2013, 106’, USA, Filmnation Entertainment / Open Road
Dirección: Steven Soderbergh
Guión: Scott Z. Burns
Producción: Sasha Bardey, Scott Z. Burns, Elena de Leonardis, Lorenzo di Bonaventura, Gregory Jacobs, Douglas Hansen, Michael Polaire, James D. Stern
Fotografía: Steven Soderbergh
Montaje: Steven Soderbergh
Arte: Rena DeAngelo, Susan Lyall, Nicki Ledermann
Reparto: Jude Law, Rooney Mara, Channing Tatum, Catherine Zeta-Jones


jueves, 28 de marzo de 2013

Ping pong de noticias III

Francois Peglau presenta nuevo material


El artista peruano, Francois Peglau estrenó un nuevo videoclip. Se trata de Dubai, video dirigido por Myriam Hater y que, además, contó con la participación de Elena Saurel. Francois se encuentra también preparando su nuevo álbum que se titulará  La Crisis del Segundo Album




Daniel Ebans está de estreno

"Disfruto trabajar con madera, poner música en matrimonios y esparcir pegante sobre alguna superficie. Cantar ha sido mi mayor reto; me ha llevado del cielo al barro y de vuelta arriba pero sin duda ha sido lo mejor que he hecho. Toca seguir trabajando..." Así se presenta el artista colombiano Daniel Ebans que se encuentra en la difusión de su último material 'Crash'. En esta ocasión se contactó con nosotros para enviarnos su nuevo videoclip:




Richie Pérez nos trae novedades

Nuestro colaborador mexicano Richie Pérez nos escribe un adelanto de lo que se vendrá con respecto al Vive Latino: 
"Este fin de semana fue el Vive Latino 2013 y aquí les hemos traído las bandas nueves o no tan nuevas obligadas a ver. Y es todo un honor haberles compartido este especial a todos ustedes que por cierto la siguiente semana les traeremos lo mejor de lo mejor que pasó en este festival. Esperamos que ustedes hayan podido armar su horario y hayan comprado sus boletos ya que los días sábado y domingo se encontraban oficialmente agotados. No me queda más que desearles un excelente fin de semana lleno de paz y baile"

miércoles, 27 de marzo de 2013

Crítica: Daños colaterales (Teatro)

Hoy es el día del teatro y, por esas casualidades de la vida, inauguramos justamente en esta fecha una sección dedicada a esta expresión cultural. Quien estará a cargo de estas publicaciones será María Pilar González, quien también ha escrito para diversos sitios y medios como El Planeta Urbano y Wicked Mag, una revista de arte y tendencias del under porteño. Sin más preámbulos, les dejamos su nota sobre "Daños colaterales" del gran autor Tito Cossa.

En toda contienda –ya sea ideológica o física, y tenga esta la envergadura que tenga- suceden algunas situaciones no deseadas, pequeñas pérdidas en uno y otro bando que son soslayadas en el conteo final de bajas. Y es que, en el fragor de la lucha, lo esencial es alcanzar un objetivo común, dejando de lado los intereses particulares. Daños colaterales plantea una interesante tríada en donde el punto de desequilibrio irá turnándose entre los personajes. Así, el visitante será quien introduzca el conflicto, que luego será retomado por Julia, la mujer del capitán, y finalmente será este quien ponga el punto final, afectado por una serie de circunstancias que harán peligrar su apacible situación actual. 
Esta obra tiene como principal atractivo situar al espectador en el punto de vista del victimario. De esta manera, se logra un retrato muy humano y escalofriante al mismo tiempo, dado que el capitán ha sido –y es- un hombre que ama y que se sacrifica por amor. José María López encarna con soltura a este exmilitar devenido en guardia de seguridad, que con los años conserva las mañasy no se resigna a ser denigrado aún más de lo que ha sido,en ese pasado del que ya no se habla. Lo acompañan muy bien Ana Ferrer y Fernando Armani, la primera con un lento in crescendo hacia el saber que anuncia la tragedia de la obra, y el segundo con una descuidada imagen de sí mismo que sólo encontrará razón de ser en el reflejo de su padre desaparecido. 
Puesta y ambientación son más que sencillas, dado que Daños colaterales se construye en la intensidad de los diálogos y en el juego de miradas. Así, el peso de los silencios del genocida recae con fuerza sobre la mujer rescatada del centro de detención, y pone en sobreaviso al hijo del desaparecido: algo allí está por cambiar, y la sangre joven será el catalizador del drama.

Escrito por Pilar González para Revista Escritos Circulares
Fotografías: Magdalena Viggiani









Ficha técnica:
Daños colaterales de Roberto “Tito” Cossa
Elenco: Fernando Armani, Ana Ferrer y José María López
Ambientación: René Diviú
Diseño sonoro: Mariano Cossa
Operación de luces: Leonardo Giardina
Fotografía: Magdalena Viggiani
Asistencia de escenario: SantIago Carrizo
Asistencia de dirección: Rubén Sibilia
Producción ejecutiva: Rubén Sibilia
Dirección: Jorge Graciosi



martes, 26 de marzo de 2013

Artista indie de la semana: Supersivo

Supersivo es un power trío de fuzz rock integrado por Fernando Ocampo (Voz, guitarra), Ezequiel Colavita (Batería, programaciones, coros) y Matias Espinosa (Bajo, coros, guitarras). Oriundos de La Plata, desde el 2009 a la fecha han editado 4 discos: EP Adulto (2009), EP Bien (2009), LP A Cierta Distancia Mundial (2011) y EP Ahí Van Dos (2013). En cuanto a este último material, fue grabado en una sola toma, sin sobre-grabaciones y contiene una versión del tema de Sumo 'Next week'. El proceso de grabación fue en el mes de Diciembre del 2012 en Estudios Contra Corriente y Estudios NewSound de La Plata, Bs. As., Argentina.  Actualmente se encuentran preparando nuevo material y difundiendo su música a lo largo y ancho de nuestro territorio. 




Para finalizar les dejamos el primer corte del EP "Ahí van dos" lanzado en Febrero de 2013:





Más info:





lunes, 25 de marzo de 2013

Poema: Pensando en pensar (Franco Dalzotto)


Tuve un pensamiento subyacente
De esos que se te escurren sin querer;
Como cuando lees a Julio Cortazar;
Y se te hace como arcilla entre las manos.
La sensación de recordar sin intención;
Ese olor a angustia con un dejo dulce
Que te empuja inconsciente e incoherentemente
A abrir las puertas de una casa tomada.
Y como si descorchara un vino bien añejado
Degusto la ironía de la situación;
Derramando la lógica por doquier     
Razonando éticas y morales caducadas.       
No hay justos ni inicuos en el jardín del edén,
Solo esa excusa pretendo abrigar
Con el afán de adquirir la libertad de mis actos
Y la alianza entre un buen sueño y la conciencia.
La asfixia me impulsa a moverme frenéticamente,
La búsqueda de mi mismo, se exhibe como un envés
Planteándome y proponiéndome una sutil pregunta
Que con admirable elocuencia responderé, sin fundamentar.
No hay victima ni victimario, acá, en mi jardín,
Ni victorias caprichosas ni fracasos inmerecidos,
La verdad no se riega, no se cincela ni se premedita;
Se arroja, tratando de no amolar, bien a la cara.
Lo perdido fue en cierto momento adquirido,
Y el que hoy este ausente, me lleva a reflexionar
Si, ¿fue logrado por efecto de un buen accionar
O sencillamente por tomar lo que se presentó cómodo?
Soy el prosista de mis desdichas fatídicas,
El torpe y miope conductor de mis pies
Que los guía atropelladamente
A un destino ya sufrido y, peor aun, conocido.
Extraviado el rumbo, ya no pude escapar ni escampar,
Nadie pudo nunca, más que yo, sabotearme.
Si llegue a concebir la peor expresión de mi ser;
Eso que tanto odie, el hecho de pensar solo por pensar.
Dichoso y orgulloso ostenta mi cerebro el razonamiento,
Más el alma me mira con seriedad y reproche
Sabiéndome culpable y calculador,
Adulador de mi vivacidad y maña, dueño de mi hipocresía.
El cierzo arrasa lo funesto, en tanto que la niebla me obnubila
Armando un cálido paréntesis, para darme tiempo de valuarme;
No todo es tan oscuro allá, en el averno de mis sienes,
No todo es lógico, no todo es apatía ni desazón.
Mi lengua balbuceante no halla definición,
Perdida en las redes que se tejen, sutiles y dúctiles,
Entre las palabras y las ideas;
Paradójico puente entre mi boca y mi calavera.
La ignorancia supo sofocarse tenuemente
En los ríos que fluyeron del razonamiento de gigantes,
Estos que con sus palabras invadieron mi ser;
Y el conocimiento trajo de la mano más preguntas.
Soy producto de una simple ecuación, acción y reacción;
Fruto de una decisión, consecuencia de un despertar.
Aprendieron mis oídos a escuchar y mis labios a callar,
Abriéronse mis ojos, pude observarme y mirar hacia adentro.         

viernes, 22 de marzo de 2013

Recomendado del viernes: Silencio (Los Encargados)

Daniel Melero (teclados, sintetizadores, guitarra y voz), Luis Bonatto (sintetizadores, bajo y batería electrónica) y Mario Siperman (teclados) formaban parte de Los Encargados, grupo al que muchos calificaban como la primer Banda tecno de la Argentina. Si bien hubo dos materiales de producción independiente que no salieron a la venta, Silencio (1986) es considerado el primer disco editado de su carrera. 

El trío, que al principio era un quinteto en el cual también formaban parte Hugo Foigelman y Alejandro Fiori, no tuvo buena recepción del público al principio. Cuenta la historia que en 1982 se presentaron en el B.A.Rock con resultados desastrosos:  fueron recibidos con naranjazos y despedidos con piedrazos. "Este trío (...) tuvo la espantosa desgracia de ser programado la misma fecha que Riff. Los admiradores del heavy metal se portaron muy desconsideradamente con los muchachos de mamelucos a lo Devo, y de un monedazo le abrieron la frente a uno de ellos, que debió ser atendido por la Cruz Roja" .
Pero más allá de esta anécdota, la banda tuvo un gran debut con Silencio. Letras melosas y directas, glamour, coqueteo y la clara influencia del tecnopop y la new wave caracterizan un álbum que no tiene guitarras. "Silencio" fue elegido como Mejor Disco del Año en la encuesta del Sí de Clarín y el hit "Sangre en el volcán" fue elegido Mejor Tema. Además, nos dejó dos legados: en primer lugar el hermoso tema "Trátame suavemente" (luego popularizado por Soda Stereo) y a Daniel Melero, figura importante en el desarrollo de muchas bandas del rock actual.
Lista de temas:

1. Orbitando
2. Trátame suavemente
3. Sangre en el volcán
4. Le Caine
5. Un disparo de luz
6. Líneas
7. Ni un minuto más
8. Región
9. Vida vacía
10. Planeta agua
11. Villegas
12. Creo que estamos bailando

Tratame Suavemente

jueves, 21 de marzo de 2013

Artista indie de la semana: Sargento Pipa

Sargento Pipa está formado por Gustavo Fabbio (Voz, pandereta), Gonzalo Iorfida (Piano), Matias Di Gesu (Bateria, ukulele, coros), Gonzalo Ariel Rossi (Guitarra) y Agustin Monti (Bajo, coros). Ellos definen a su proyecto como "un sueño, un ente superior de consciencia expansiva, que busca dejar a un lado la utopía y materializarla en un mundo lleno de obstáculos." A continuación, más sobre ellos... 

La banda se formó en Caballito, Capital Federal, Argentina a fines del año 2010. Hace poco más de dos meses obtuvo el primer puesto en el concurso del gobierno de la ciudad de Buenos Aires "Vamos las bandas", el cual le permitió grabar un tema en el estudio Rosebud, propiedad de Lito Vitale. Hoy ese tema es el track 1 del primer disco del grupo, que fue grabado en el estudio Innuendo y masterizado por Gustavo Fourcade.

En poco tiempo de carrera han tenido la oportunidad de conocer y compartir su arte con iconos de la música local, como Pedro Aznar, Rodolfo Garcia (Almendra), Lito Vitale y Nito Mestre, entre otros. Además, estuvieron presente en distintos escenarios  reconocidos de Capital Federal, tales como The Cavern Club, La Perla, La facultad de Derecho UBA, Anfiteatro de Parque Centenario, entre otros.

Un largo viaje-Sargento Pipa

El 17 de diciembre de 2012 salió al mundo su primera obra de arte. Su nombre es Sargento Pipa y consta de 12 tracks. El disco presenta aspectos de la época de los 60 en la escena británica, mezclando un pop armónico con elementos barrocos tales como cuerdas y flautas, conformando así una atmósfera surrealista, con la delicadeza de un estilo demandante.



Más info en:

miércoles, 20 de marzo de 2013

Ping pong de noticias II


¡Escena indie está de fiesta!

La espera ha terminado. La Fiesta New Wave + 80s + Indie está de regreso. 
Escena Indie y Fonoespacio presentan a THE RECORD LOVERS!

FIESTA DE LANZAMIENTO DE SU PRIMER SINGLE "DOWNSTAIRS"


Después de sus exitosas fiestas de 2012, The Record Lovers regresa con material original y versiones inolvidables.

A la banda le gusta hacer fiestas indie new wave donde todos están invitados a socializar y bailar Blondie, SoftCell, Siouxsie, Los Árboles. The Record lovers tocan en vivo una selección de canciones originales y covers tipo Gary Numan, Pixies, ViolentFemmes, New Order, TheSmiths, TheClash.

Cada detalle forma parte de un performance que impresiona en escena. Sonido impecable y energía nueva. Tienen una colección de canciones y un deseo de hacer que sean escuchadas.




En vivo: The Record Lovers 
https://www.facebook.com/therecordlovers
Organiza: Escena Indie 
http://www.escenaindie.com/ 
https://www.facebook.com/EscenaIndieC
Fonoespacio 

Fecha : Sábado 23 de Marzo 
Lugar: Latino Power Calle 58 N.13-88
https://www.facebook.com/boogaloopbogota 
8pm

Entradas: $10.000 preventa en La Roperia K7 # 54A-48. Tel. 3478663
$12.000 taquilla el día del event



Twitter: @EscenaIndie


Lara Morello estrena 'OTOÑO'‏



"Resalá y risueña por naturaleza”, así es y así se define Lara Morello. La joven cantautora, nacida en Móstoles en el año 1993, vuelve a la carga con un nuevo tema. Una de esas canciones que atrapan desde la primera hasta la última nota. Casi a punto de llegar la primavera y Lara Morello nos ofrece otro otoño; pero un ‘Otoño’ diferente, especial, sentido.
Una vez más, la cantante pone toda su confianza en el equipo que lleva trabajando con ella desde sus comienzos, sus productores de Silyan. Camino de su quinta maqueta, haciéndose hueco poco a poco en la música con el empuje de las redes sociales, Lara nos ofrece disfrutar de este nuevo tema tras la presentación de ‘Entre mil besos’. Un tema diferente, sorprendente, que te abraza y te lleva a un otoño del que desearás no escapar.
“‘Otoño’ es llevar al extremo todas las emociones que puedes llegar a sentir con una persona especial. Vivir frenéticamente para poder dar un significado único a esta estación. Hacer de las bajas temperaturas el clima perfecto para cobijarse en quien realmente te hace feliz día a día, quién saca tu lado más carnal, con quién desearías compartir todas las noches En definitiva, es una declaración llevada a la exageración aumentando el valor de las metáforas. Podría definirse como una canción para enamorar”, Lara Morello.
La canción está disponible en Youtube y también en Soundcloud y, muy pronto, podremos disfrutar del videoclip de este nuevo corto. 



Molto y disco nuevo‏

"Las lineas melódicas se conjugan entre si formando campos armónicos multidimensionales. Los ritmos tienen peso africano y argentino. Se genera la danza, los pasos son claramente del sur y del norte, cruzando el mar y pariendo en la montaña. Bailar y cantar fuera de contexto nos alegra muchísimo." Así se presenta Molto, banda conformada por Felipe Zaldivar (simulación de pila de amplificadores del Perú), Agustin Gino Colonna (combinación de vibrato y retardo ping-pong),Pedro Gómez Carrillo (altavoz de cono de aluminio), Mariano Abadal (simulación de saturación compacta) y Gabino Giorgetti (VCO simulado, modulado por el ruido). 
La banda estrena su nuevo material y piden seguir las siguientes instrucciones: 
Escuchar y bailar siempre que se pueda. 
No arrepentirse de haberlo hecho. Comer y escuchar Molto a la vez puede quedar bien y ser nutritivo; para dormir ya no es muy recomendable. Varias de las canciones son aptas para acompañar durante el sexo o una pelea callejera, no hay gran cosa de diferencia. Evitar escuchar Molto frente a un espejo. Para correr está bueno. Es como una buena pizza y va bien para el bajón o el bar. Y de nuevo, no arrepentirse de haberlo hecho.


martes, 19 de marzo de 2013

Corazonada (Por Mario Benedetti)

Apreté dos veces el timbre y en seguida supe que me iba a quedar. Heredé de mi padre, que en paz descanse, estas corazonadas. La puerta tenía un gran barrote de bronce y pensé que iba a ser bravo sacarle lustre. Después abrieron y me atendió la ex, la que se iba. Tenía cara de caballo y cofia y delantal. "Vengo por el aviso", dije. "Ya lo sé", gruñó ella y me dejó en el zaguán, mirando las baldosas. Estudié las paredes y los zócalos, la araña de ocho bombitas y una especie de cancel.

Después vino la señora, impresionante. Sonrió como una Virgen, pero sólo como. "Buenos días." "¿Su nombre?" "Celia." "¿Celia qué?" "Celia Ramos." Me barrió de una mirada. La pipeta. "¿Referencias?" Dije tartamudeando la primera estrofa: "Familia Suárez, Maldonado 1346, teléfono 90948. Familia Borrello, Gabriel Pereira 3252, teléfono 413723. Escribano Perrone, Larraíaga 3362, sin teléfono." Ningún gesto. "¿Motivos del cese?" Segunda estrofa, más tranquila: "En el primer caso, mala comida. En el segundo, el hijo mayor. En el tercero, trabajo de mula." "Aquí", dijo ella, "hay bastante que hacer". "Me lo imagino." " Pero hay otra muchacha, y además mi hija y yo ayudamos. " "Sí, señora." Me estudió de nuevo. Por primera vez me di cuenta que de tanto en tanto parpadeo. "¿Edad?" "Diecinueve." "¿Tenés novio?" "Tenía." Subió las cejas. Aclaré por las dudas: "Un atrevido. Nos peleamos por eso." La Vieja sonrió sin entregarse. "Así me gusta. Quiero mucho juicio. Tengo un hijo mozo, así que nada de sonrisitas ni de mover el trasero." Mucho juicio, mi especialidad. Sí, señora. "En casa y fuera de casa. No tolero porquerías. Y nada de hijos naturales, ¿estamos?" "Sí, señora." ¡Ula Marula! Después de los tres primeros días me resigné a soportarla. Con todo, bastaba una miradita de sus ojos saltones para que se me pusieran los nervios de punta. Es que la vieja parecía verle a una hasta el hígado. No así la hija, Estercita, veinticuatro años, una pituca de ocai y rumi que me trataba como a otro mueble y estaba muy poco en la casa. Y menos todavía el patrón, don Celso, un bagre con lentes, más callado que el cine mudo, con cara de malandra y ropas de Yriart, a quien alguna vez encontré mirándome los senos por encima deAcción. En cambio el joven Tito, de veinte, no precisaba la excusa del diario para investigarme como cosa suya. Juro que obedecí a la Señora en eso de no mover el trasero con malas intenciones. Reconozco que el mío ha andado un poco dislocado, pero la verdad es que se mueve de moto propia. Me han dicho que en Buenos Aires hay un doctor japonés que arregla eso, pero mientras tanto no es posible sofocar mi naturaleza. O sea que el muchacho se impresionó. Primero se le iban los ojos, después me atropellaba en el corredor del fondo. De modo que por obediencia a la Señora, y también, no voy a negarlo, pormigo misma, lo tuve que frenar unas diecisiete veces, pero cuidándome de no parecer demasiado asquerosa. Yo me entiendo. En cuanto al trabajo, la gran siete. "Hay otra muchacha" había dicho la Vieja. Es decir, había. A mediados de mes ya estaba solita para todo rubro. "Yo y mi hija ayudamos", había agregado. A ensuciar los platos, cómo no. A quién va a ayudar la vieja, vamos, con esa bruta panza de tres papadas y esa metida con los episodios. Que a mí me gustase Isolina o la Burgueño, vaya y pase y ni así, pero que a ella, que se las tira de avispada y lee Selecciones y Lifenespañol, no me lo explico ni me lo explicaré. A quién va a ayudar la niña Estercita, que se pasa reventándose los granos, jugando al tenis en Carrasco y desparramando fichas en el Parque Hotel. Yo salgo a mi padre en las corazonadas, de modo que cuando el tres de junio (fue San Cono bendito) cayó en mis manos esa foto en que Estercita se está bañando en cueros con el menor de los Gómez Taibo en no sé qué arroyo ni a mí qué me importa, en seguida la guardé porque nunca se sabe. ¡A quién van ayudar! Todo el trabajo para mí y aguantate piola. ¿Qué tiene entonces de raro que cuando Tito (el joven Tito, bah) se puso de ojos vidriosos y cada día más ligero de manos, yo le haya aplicado el sosegate y que habláramos claro? Le dije con todas las letras que yo con ésas no iba, que el único tesoro que tenemos los pobres es la honradez y basta. Él se rió muy canchero y había empezado a decirme: "Ya verás, putita", cuando apareció la señora y nos miró como a cadáveres. El idiota bajó los ojos y mutis por el foro. La Vieja puso entonces cara de al fin solos y me encajó bruta trompada en la oreja, en tanto que me trataba de comunista y de ramera. Yo le dije: "Usted a mí no me pega, ¿sabe?" y allí nomás demostró lo contrario. Peor para ella. Fue ese segundo golpe el que cambió mi vida. Me callé la boca pero se la guardé. A la noche le dije que a fin de mes me iba. Estábamos a veintitrés y yo precisaba como el pan esos siete días. Sabía que don Celso tenía guardado un papel gris en el cajón del medio de su escritorio. Yo lo había leído, porque nunca se sabe. El veintiocho a las dos de la tarde, sólo quedamos en la casa la niña Estercita y yo. Ella se fue a sestear y yo a buscar el papel gris. Era una carta de un tal Urquiza en la que le decía a mi patrón frases como ésta: "Xx xxx x xx xxxx xxx xx xxxxx".

La guardé en el mismo sobre que la foto y el treinta me fui a una pensión decente y barata de la calle Washington. A nadie le di mis señas, pero a un amigo de Tito no pude negárselas. La espera duró tres días. Tito apareció una noche y yo lo recibí delante de doña Cata, que desde hace unos años dirige la pensión. Él se disculpó, trajo bombones y pidió autorización para volver. No se la di. En lo que estuve bien porque desde entonces no faltó una noche. Fuimos a menudo al cine y hasta me quiso arrastrar al Parque, pero yo le apliqué el tratamiento del pudor. Una tarde quiso averiguar directamente qué era lo que yo pretendía. Allí tuve una corazonada: "No pretendo nada, porque lo que yo querría no puedo pretenderlo".

Como ésta era la primera cosa amable que oía de mis labios se conmovió bastante, lo suficiente para meter la pata. "¿Por qué?", dijo a gritos, "si ése es el motivo, te prometo que..." Entonces como si él hubiera dicho lo que no dijo, le pregunté: "Vos sí... pero, ¿y tu familia?" "Mi familia soy yo", dijo el pobrecito.

Después de esa compadrada siguió viniendo y con él llegaban flores, caramelos, revistas. Pero yo no cambié. Y él lo sabía. Una tarde entró tan pálido que hasta doña Cata hizo un comentario. No era para menos. Se lo había dicho al padre. Don Celso había contestado: "Lo que faltaba." Pero después se ablandó. Un tipo pierna. Estercita se rió como dos años, pero a mí qué me importa. En cambio la Vieja se puso verde. A Tito lo trató de idiota, a don Celso de cero a la izquierda, a Estercita de inmoral y tarada. Después dijo que nunca, nunca, nunca. Estuvo como tres horas diciendo nunca. "Está como loca", dijo el Tito, "no sé qué hacer". Pero yo sí sabía. Los sábados la Vieja está siempre sola, porque don Celso se va a Punta del Este, Estercita juega al tenis y Tito sale con su barrita de La Vascongada. O sea que a las siete me fui a un monedero y llamé al nueve siete cero tres ocho. "Hola", dijo ella. La misma voz gangosa, impresionante. Estaría con su salto de cama verde, la cara embadurnada, la toalla como turbante en la cabeza. "Habla Celia", y antes de que colgara: "No corte, señora, le interesa." Del otro lado no dijeron ni mu. Pero escuchaban. Entonces le pregunté si estaba enterada de una carta de papel gris que don Celso guardaba en su escritorio. Silencio. "Bueno, la tengo yo." Después le pregunté si conocía una foto en que la niña Estercita aparecía bañándose con el menor de los Gómez Taibo. Un minuto de silencio. "Bueno, también la tengo yo." Esperé por las dudas, pero nada. Entonces dije: "Piénselo, señora" y corté. Fui yo la que corté, no ella. Se habrá quedado mascando su bronca con la cara embadurnada y la toalla en la cabeza. Bien hecho. A la semana llegó el Tito radiante, y desde la puerta gritó: "¡La vieja afloja! ¡La vieja afloja!" Claro que afloja. Estuve por dar los hurras, pero con la emoción dejé que me besara. "No se opone pero exige que no vengas a casa." ¿Exige? ¡Las cosas que hay que oír! Bueno, el veinticinco nos casamos (hoy hace dos meses), sin cura pero con juez, en la mayor intimidad. Don Celso aportó un chequecito de mil y Estercita me mandó un telegrama que -está mal que lo diga- me hizo pensar a fondo: "No creas que salís ganando. Abrazos, Ester."

En realidad, todo esto me vino a la memoria, porque ayer me encontré en la tienda con la Vieja. Estuvimos codo con codo, revolviendo saldos. De pronto me miró de refilón desde abajo del velo. Yo me hice cargo. Tenía dos caminos: o ignorarme o ponerme en vereda.

Creo que prefirió el segundo y para humillarme me trató de usted. "¿Qué tal, cómo le va?" Entonces tuve una corazonada y agarrándome fuerte del paraguas de nailon, le contesté tranquila: "Yo bien, ¿y usted, mamá?"

lunes, 18 de marzo de 2013

Cine: Elena (Por Juan E. Tranier)


El tercer film de Andrey Zvyagintsev, Elena (los anteriores fueron El Destierro [The Banishment, 2007] y El Regreso [The Return, 2003]) es un drama moral claramente influido por el universo de Dostoievsky, esto es, conflictos de clase, económicos y filosóficos.
El relato va desplegando capas de información lentamente; el primer plano del film son unas ramas secas sobre el fondo de un departamento fuera de foco, mientras amanece el foco se va corriendo de las ramas al fondo, y es así como entramos al hogar de Elena y Vladimir. Lo primero que se puede apreciar es que este un departamento de cierto lujo, de una clase de alto poder adquisitivo, con muebles modernos acomodados de rigurosa forma geométrica. El elemento disruptivo es Elena (una notable Nadezhda Markina), que se despierta dentro de esta casa en una cama muy pequeña, lo da a suponer que podría ser una criada o una mucama, ya que al levantarse empieza a limpiar, a preparar el desayuno y despierta a Vladimir. En el desayuno podemos comprobar que ambos están casados, que cada uno tiene hijos de matrimonios anteriores (ella un varón, Sergey, y él una mujer, Katerina), que ambos provienen de clases sociales distintas, él es una persona con mucho dinero ya jubilada y ella es una persona humilde, ex enfermera (este detalle es clave ya que ellos se conocieron diez años atrás durante una internación de él).
No solo comparten estas diferencias, sino que los hijos de ambos son producto directo del contexto socio-económico en el que fueron criados: Katerina (Elena Lyadova) lleva una vida disipada y detesta a su padre, pero recibe de muy buena manera el dinero que éste le envía; Sergey (Aleksei Rozin) está desempleado, tiene una esposa, dos hijos y se las arregla como puede con la ayuda económica que Elena le proporciona. El conflicto aparecerá cuando Sergey necesite dinero para enviar a su hijo adolescente, Sasha, a la universidad para evitar el ejército. Elena le pedirá esta plata a Vladimir y este se negara alegando que no piensa mantener a nadie que no sea de su propia familia, menos a personas que él considera vagos.
Aquí es donde abandonaré la sinopsis de la película ya que lo que sigue es una serie de sucesos que tendrán ribetes policiales o de suspenso y no conviene develar demasiado. El relato hasta ese momento está construido a partir de contrastes: entre Elena y Vladimir (los viajes que emprenden cada uno: ella en tren, junto a la clase trabajadora, a visitar a su hijo y él en un auto modernísimo, escuchando música clásica, al gimnasio, mirando despectivamente a un grupo de obreros que cruzan la calle), entre Katerina y Sergey (ella no puede ser más despreciable, pero al menos es sincera, llegando a espetarle a su propio padre internado que no le importa lo que vaya a pasarle, que solo quiere su dinero; y él es una criatura inútil, que no sirve para hablar seriamente con su propio hijo, sin saber realmente como mantener a su familia), entre hogares (el departamento de Vladimir y Elena es amplio, luminoso, bien cuidado y ordenado, mientras que el departamento de Sergey y su familia está ubicado en un monoblock decadente, sucio, diminuto y desordenado), entre consumos de cultura (Vladimir escucha música clásica y mira programas de interés general, Elena y su familia miran reality-shows).
Pero el gran protagonista de Elena es el dinero. El dinero como valor, como objeto de legitimación, de deseo, de esperanza. Todas las relaciones de poder dentro de la película están determinadas a partir del dinero, el que posee dinero doblega al otro. Vladimir y Elena viven en la misma casa pero duermen en camas y cuartos separados, ella es prácticamente una sirviente de él, incluso tienen sexo cuando él lo desea. Katerina le saca todo el dinero que quiere a su padre, ya que siendo hija biológica cree que ese es su derecho. Lo mismo sucede con el hijo de Elena, Sergey, que le pide dinero a su madre para sustentar a su propia familia (aquí puntualmente hay ejemplo muy curioso y hasta divertido en una de las primeras escenas: Elena va al banco a cobrar su pensión y luego hasta lo de su hijo a dejarle dinero, allí le da una x cantidad y él se guarda unos billetes y a continuación le entrega el resto a su esposa, dejando en evidencia quien es el que lleva los pantalones en esa casa).
Si bien el film es interesante, su premisa es sumamente atractiva y está muy bien construido en su primera mitad, tiene falencias, ciertos personajes están delineados con trazo grueso (Sergey y su familia) y cuando el relato va mutando de género, del drama al thriller (pero siempre con los dilemas morales presentes), lo que estaba narrado con parsimonia, de forma cansina pero inteligente, de repente se resuelve de forma torpe o apurada, no dejando respirar a las escenas o a las resoluciones.
De todas maneras es una propuesta lucida, critica, atemporal, demostrando que estos problemas (el dinero) existen y persisten desde siempre (con una larga tradición literaria que va desde Dostoievsky o Tolstoi hasta hoy) o, al menos, desde el uso de objetos de valor como intercambio de bienes;Zvyagintsev demuestra pulso firme, sabiendo qué narrar y cómo. 

Por Juan E. Tranier

Ficha técnica:


Elena, 2011, 109’, RUS, Non Stop Productions / Zeitgeist Films
Dirección: Andrey Zvyagintsev
Guión: Andrey Zvyagintsev, Oleg Negin
Producción: Ekaterina Marakulina, Alexander Rodnyansky
Fotografía: Mikhail Krichman
Montaje: Anna Mass
Arte: Andrey Ponkratov
Música: Philip Glass
Reparto: Nadezhda Markina, Andrey Smirnov, Elena Lyadova, Aleksey Rozin
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