El doloroso momento de volverse un adulto y despedirse de ese niño que llevamos dentro. Un hombre que ve en todos sus reflejos a una pequeña versión de si mismo, un niño que lo lleva por la ciudad haciendo algunas tonterías. Hasta que un grupo de adultos le ponen un sombrero, corbata, café en mano y cigarro. Cuando se da cuenta, ese pequeño niño lleno de alegría se ha ido para siempre. Una historia simple y conmovedora, tal vez para reflexionar sobre ese niño que todos llevamos dentro, y no dejarlo ir del todo nunca.
La animación fue realizada por Bosmat Agayoff y Alon Ziv. Parece que las escuelas dedicadas a la animación se están poniendo las pilas en hacer cortometrajes con una calidad bastante alta, hemos visto cortometrajes que llegan desde muchas partes del mundo, pero creo que es la primera vez que vemos un cortometraje de animación que nos llega desde Jerusalem. Reflections, como se titula este proyecto, ha sido un trabajo realizado por los alumnos de la Academia de Arte y Diseño de Bezalel, Jerusalén.