Cuando termino una novela tiendo a olvidarme de ella, aunque los personajes siguen vivos dentro de mí durante algún tiempo. Es como si después de haber convivido muy de cerca con unos amigos, de repente se van y los echas terriblemente de menos. De vez en cuando me pregunto: ¿qué estarán haciendo X o Y ahora? Algo así. Luego viene un vacío abrupto, durante el cual me siento deprimido y no soy capaz de hacer nada. Sólo que en la parte de atrás de la cabeza, ya está la siguiente novela, tratando de abrirse paso y al cabo de un par de meses, ya estoy encerrado, escribiendo. Por cierto, he terminado otra novela. La terminé a finales de diciembre... Sí... (pensativo). Es una novela corta, muy extraña... Se titula Viajes por mi escritorio. Su génesis es distinta de la del resto de mis novelas. Normalmente tengo las novelas en mi cabeza durante muchos años antes de ponerme de hecho a escribirlas. El caso de Viajes por mi escritorio es distinto. Surgió de la nada, como por ensalmo. Un día tuve una visión de un anciano en pijama que calzaba zapatillas de cuero. Lo vi sentado al borde de la cama, con las manos apoyadas en las rodillas y la cabeza hundida, mirando al suelo. (Paul Auster aparta la silla de la mesa, reproduce el gesto que acaba de describir, y se queda un rato callado). Era una imagen hipnótica, que no me podía apartar de la cabeza. De pronto la entendí: aquel anciano era yo dentro de veinte años. Esa imagen fue lo que generó la novela, pero no me pregunte de qué va, porque no sabría por dónde empezar. El año que viene podrá leerla, si quiere. (Entrevista por elpais.com)
jueves, 5 de abril de 2012
Random thoughts XXI: Cuando el escritor finaliza su novela (Paul Auster)
4/05/2012 10:10:00 a. m.
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