Entendiendo que las herramientas tecnológicas, aunque no óptimas, sí le permiten al artista sonoro actual investigar hasta encontrar una identidad propia actual, que soporte el bagaje cultural argentino que todos conocemos pero que a la vez que se nutre de información de infinitos lugares del mundo, a una velocidad infernal, y que esto, por lo tanto, debería verse reflejado en una nueva concepción artística, ubicada dentro del Rock como Cultura pero no tanto como género musical.
En este sentido, Diskette se propone ante su creador como una experiencia casi lúdica y da como resultado un EP de 4 canciones, engendradas íntimamente en un departamento de 35 mt2 - con fuertes vínculos a la estética y la cultura Post Punk.
Ceros y Unos es, también, un relato sobre un momento en el cual no se estuvo presente. Una mirada a la escena Undeground de la Chicago de principios de los '80, un guiño de complicidad con el verano del amor ingles de finales de la misma década, todo observado desde la Buenos Aires del 2013, en el centro de la vorágine de la Era de la Internet, las redes sociales, los medios de comunicación en crisis y el consumo como parangón del Paraíso.
Cuatro canciones en clave de un género que, tranquilamente, podría haber salido de una habitación en Nueva Zelanda, en Turquía, o en Berlin, o en la zona alpina del norte de Italia, o en alguna ciudad en pleno crecimiento industrial del amazonas brasilero, o del Perú, de de acá. Y lo que es, es. Y es que acá, en la Buenos Aires del 2013, todo responde a una urgencia. A una necesidad de generar fusión entre lo visual y lo sonoro; entre lo consciente y lo inconsciente.
A eso viene a colaborar Diskette, que se siente unida a una cantidad cada vez más grande de artistas subterráneos que entienden que la información es más importante que la formación. Y que la experimentación y la experiencia adquirida constituyen el hecho primario y fundamental para crear música que sea cada vez más hermosa y perfecta.
