miércoles, 11 de septiembre de 2013
Nos despedimos (Por Agustín Márquez)
9/11/2013 01:46:00 p. m.
Literatura
Alguna vez en nuestras vidas tenemos la obligación —e incluso la
necesidad— de despedirnos. En ella siempre hay un hasta ahora, un hasta luego,
un adiós, un hasta siempre. Nos separamos de alguien o algo, de alguno o
alguna, o de todos. A veces lloramos su ausencia porque se va una parte de
nosotros por un tiempo o «para siempre». Otras veces reímos su marcha, pues
sabemos que comienza para ella o para él un nuevo periodo de gracia. En algunas
despedidas sabemos que habrá un reencuentro, alguno más terrenal, otro más
divino, sin embargo en otras no es posible hacer coincidir el paraíso y el
infierno, el hoy y el ayer, el futuro y el mañana.
Sentimos pena por
aquél que se va, frustración, alivio, o alegría, pero en realidad quizás ese
sentimiento sea algo más egoísta de lo que creemos, y lo que sentimos es para
con nosotros. Nos alegramos por su marcha porque nos liberamos de alguna carga:
el presente nos hace libres. Lamentamos su despedida porque nuestras
circunstancias cambian, comenzamos a vivir sin ello, ahora «yo soy yo y mis
circunstancias (sin ella, ello o él)». Sin embargo, a pesar de las alegría o
las penas, de las viejas o nuevas circunstancias, una despedida es una
oportunidad, un comienzo, en realidad es un nuevo encuentro de nosotros mismos
sin aquél, aquella o aquello de quien nos hemos despedido.
Por Agustín Márquez