martes, 6 de diciembre de 2011

The Cure en Argentina (1987) y la esperanza de su regreso

Como ya he dicho en reiteradas ocasiones, The Cure es una de las bandas que forman parte de mi pilar musical. Y como tal, siempre he tenido el sueño de algún día poder verla en vivo. Cada vez que Robert Smith menciona la idea de hacer una gira por Sudamérica esa esperanza vuelve a renovarse. Recuerdo hace unos años, cuando recién empezaba a escucharlos que mi tío me contó que tuvo la oportunidad de verlos en Ferro. Precisamente en 1987.  A partir de ese instante cada vez que suenan en mí sus palabras, la envidia (honestamente, para nada sana) ha crecido en mí. Por lo que me comentó hubo incidentes y él había ido por unos amigos (de hecho no compartía la estética dark de los 80). Yo aún no había nacido pero siempre tuve curiosidad en saber cómo fue ese concierto. Rastreando en páginas he encontrado fotos y videos que me permitieran saber qué sucedió en esas fechas. Fue desalentador. El saber que gente totalmente ajena al fanatismo de la banda ocasionaron esos hechos violentos hace que muchas veces la idea de ver a The Cure nuevamente en mi país se disolviera. A continuación mostraré algo del material que he encontrado sobre el paso de Robert Smith y compañía en nuestro país. Una vez más, lamento que haya pasado eso y, en cierta forma, nos condicione a los verdaderos fans de disfrutar de ver a esta banda aquí nuevamente.


En primer lugar, citaré aquí a un fan de la banda que cuenta cómo vivió ese momento, describiendo la situación. 


Memorias de un fracasado:  The Cure 1987, por Alejandro Muñoz


Afuera de la cancha, mientras las puertas se mantenían cerradas, los chicos de secundaria -que venían directo del cole- se libraban de sus guardapolvos blancos y los guardaban en sus mochilas, y aparecían de pronto en jeans, remeras y zapatillas negras, con los pelos parados en mechones desaliñados (eran esos raros peinados nuevos). Compartían el rimmel para las pestañas, y aplicaban la sombra negra no solamente en los párpados, creando ese efecto tipo mapache en el borde de los ojos, luego, unos a otros se pintaban los labios de rojo, o morado, o negro, pero siempre –intencionalmente-de la manera menos prolija. Aunque yo también vestía de riguroso negro, desentonaba sin maquillaje, con melena y barba medio rojiza de un largo más apropiado a Woodstock, ó -unos años más tarde- ideal para el grunge de Seattle.
Así es que, al abrir las puertas, entré flotando en medio de una multitud de roberts smiths
Un rato después La sobrecarga entonaban muy dignamente Heroes y en la cancha comenzaba a librarse una batalla campal entre la seguridad del evento –exagerada, matona, infame- y los cada vez más airados asistentes.Después de unos cuantos forcejeos, una reja que separaba las gradas con la cancha cede, y todo el público de las galerías irrumpe en el cesped. Entonces la gresca sí se hizo ENORME. El balance: los matones de seguridad, apaleados, encerrados en el foso que rodeaba la cancha, un doberman muerto, heridos, contusos, un cabeza de músculo a los tiros desde el foso, descontrol, robos entre el público, el puesto de panchos y choripanes incendiado y su dueño –infartado- que no pasó la noche.
Sin embargo, The Cure salió y tocó. Y tocó. La peor amplificación que te puedas imaginar saturó los graves, y los edificios del barrio temblaron con el bajo y las patadas al pedal del baterista.
Robert Smith estuvo a punto de bajarse del escenario cuando una botella de Coca-cola aterrizó en la cara de uno de los músicos, pero finalmente siguió tocando, seguramente porque ESA noche marcaba el comienzo de la gira de presentación de Kiss me, kiss me, kiss me, algo denominado The Kissing Tour. Gracias a Dios el concierto tuvo el ambiente dark de unos cuantos años y discos atrás, y parecía mucho más  Concert - The Cure live que  Kiss me, kiss me, kiss me. Las versiones de Shake dog shake, Play for today, primary, The walk y A forest –todos temas de otra época- fueron realmente memorables. Como todo lo bueno en esta vida llega rápidamente a su fin, de pronto ya estábamos en el último encore: Boys don’t cry, Killing an Arab, y10:15 Saturday Night.
Después de esto, nada. Entre tanto salto y tanta pelea perdí mi agenda, que indica el recorrido de los colectivos y sirve además de mapa de la ciudad. Al menos conservé mis zapatillas.
Habrá que preguntar, y caminar hasta casa.


Fuente: http://www.bligoo.com/explore/article/122423/Memorias-de-un-fracasado-3-The-Cure-1987-por-Alejandro-Munoz.html


Robert Smith y su crónica de los hechos


Diario de viaje The Cure en la Argentina
14 al 19 de marzo de 1987
Por Robert Smith (The Cure)


Sábado 14/3


Despierto a las 9 a.m. luego de haber dormido 4 horas y alucinando cosas horribles camino al aeropuerto de Heathrow. Estamos todos pálidamente sonrientes, salvo Bill (Chris Parry, cabeza de Fiction Records, función durante el tour: desconocida) quien llega tarde, como siempre. A pesar de este notorio intento por enterrarnos, viajamos a Madrid con el tiempo suficiente... Aterrizamos en España casi al mismo tiempo que dejamos Londres y buscamos el hotel más cercano para seguir durmiendo. Terminamos tocando "Name that Tune" en el asqueroso nuevo sintetizador Casio de Lol (Tolhurst) durante todo el atardecer. Cuando estamos por "See Emily Play", el mini bar está vacío. Volvemos al aeropuerto a las 8 y abordamos el 747 de Aerolíneas Argentinas que nos llevará de Río a Buenos Aires. Aprieto mis dientes y me tiro hacia atrás mientras el vuelo comienza...


Domingo 15/3


Luego de 9 horas de hablar, leer y caer rendido por el sueño, el avión aterriza en Rio. Lo asean, llenan de combustible y, luego de 2 horas de retraso, volamos a Buenos Aires. Llegamos a las 9 a.m., hora local, sintiéndonos menos que bien: hace calor y está horriblemente soleado y todos están usando lentes de sol. Luego de ser sometidos a varias y brutales revisiones y chequeos en el aeropuerto, nos dirigimos por una puerta hacia un auto que nos espera: hay gente por todos lados y una caravana de automóviles con gente que grita, gesticula y nos toca bocina, nos sigue todo el camino hacia la ciudad. Buenos Aires tiene el prototipo de las grandes ciudades, alberga una mezcla entre lo viejo y lo desmoronado y lo que está a medio camino de ser terminado, de entre lo que surge repentina, ruda y anacrónicamente el enorme reflejo de las torres del Sheraton Hotel, nuestro hogar durante los próximos 4 días.
Hay alrededor de 500 personas afuera y, tan pronto como salimos a saludar, surgen hacia nosotros. Sin muchas ganas de conversar y encariñarnos con nadie, saltamos del auto y corremos hacia el hotel y me doy cuenta de que me estoy sintiendo algo peculiar... Seis horas en cama hacen el truco de magia que pone al "Team Cure" a jugar al pool y a beber.


Domingo 15/3


Gradualmente, nos vamos sintiendo mejor y decidimos salir y conocer un poco a la gente. Más de 100 personas todavía esperan fuera por nosotros y son un grupo muy amable. También conocemos al hasta ahora desconocido 'Oficial Bananafishbones Fan Club', nos tomamos interminables fotos antes de irnos para ingerir una muy sedadora comida italiana (?) y todos nos vamos a dormir a las 12.
Un día extraño...


Lunes 16/3


Despierto de un delirante descanso a las 11 e inmediatamente pongo al "Líder" a funcionar. Las cortinas se abren y se cierran a las 12: hace mucho calor y está horriblemente soleado. Escribo algunas cartas y luego me uno a los otros abajo: hoy es día de conferencia de prensa y durante las próximas horas tratamos de responder honestamente a preguntas sobre: Killing an arab, Maradona, killing a Thatcher y sobre nuestra salud mental, etc., etc. Es interminable... y el escape es rápido y engañoso, lo suficiente para que lleguemos a mi cuarto una vez más para tomar un ron revitalizador. Otra vez, enfrentando a la multitud, salimos, tomamos un auto y el viaje al Club Ferrocarril Oeste se asemeja al "Loftus Road". Al salir del auto hacia el conglomerado de flashes, un cúmulo de saliva llega a mi garganta... Una pelota aparece y estamos distendidos y cantando, pero el juego no dura lo suficiente y el "Team Cure" pronto se desintegra en medio de un tumulto de gritos: "¡Mano!", clamamos por la trampa. Los participantes argentinos simulan no entender... Nuestra prueba de sonido dura un par de horas y termina alrededor de las 10 y con una alborotadora visita al "Fish Ristorante" el día culmina en el piso 24 del hotel, soñando suavemente...


Martes 17/3


Despierto forzosamente a la una, bebo varias tazas de café y volvemos al campo: hace calor y está horriblemente soleado, pero probamos sonido hasta la perfección durante otro par de horas y luego nos derretimos hacia el vestidor asignado a los "visitantes". Hago otro par de entrevistas y recibo la camiseta de la selección nacional de fútbol, un ramo de rosas rojas y el mensaje de un hombre que luce insanamente parecido a Tootsie... Y luego, el sonido de vidrios rotos... Al parecer, ha habido una confusión, nos dijeron que hubo reventa de entradas -19.000 entradas vendidas para un campo que soporta 17.000 personas- como lógica consecuencia, apareció un grupo de "punteros" tratando de llegar al área de juego por otros métodos: un disturbio a gran escala se sucede, con numerosos autos policiales tumbados, varios perros asesinados y un vendedor de panchos muerto de un paro cardíaco. Por alrededor de dos horas, tocamos en medio de una ensordecedora algarabía antes de apresurar la huída, gritando, subimos a un auto para escapar. Nos cuesta un rato largo para que se nos despeje la mente y terminamos tomando un temprano desayuno en el bar, antes de irnos adormir...


Miércoles 18/3


Levanto las cortinas al inevitable demasiado caluroso y horriblemente soleado día, la gente acampa fuera, me apresuro al cuarto de Simon para tomar algo de leche y chusmear. Vamos al estadio a las 3 y cuando empezamos una corta prueba de sonido, el sol golpea a 100 grados. Nos derretimos hacia un cuarto, para cambiarnos, entre entrevistas, escucho a Nick Drake y Billie Holiday. El ruido de arriba crece, inexorablemente, y nos miramos con nerviosismo unos a otros mientras nos dicen que esta noche descartemos otra "confusión" de tickets, que no habrá problemas... La masa de gente anticipa nuestra llegada al escenario y, a pesar de las barricadas ahora más altas y la policía extra (o, mejor dicho, a causa de las barricadas más altas y la policía extra) la batalla comienza...




Miércoles 18/3


En la mitad del set de canciones hay varios uniformados con fuego en su cuerpo, con la mayoría de sus camaradas refugiándose bajo el escenario de la incesante y despiadada lluvia de monedas, piedras, butacas y vasos. Desafortunadamente, no todos estos objetos son tirados con puntería y Porl (Thompson) es el primero de nosotros que es golpeado. Cuanto más sigue esta situación, más nos amargamos y cuando una botella de Coca me da justo en la cara durante "10 15'", paro de cantar y encaro a la multitud. Terminamos con una gloriosa versión punk-trash de "Arabs-a-go-go" y nos vamos. Afuera, el campo no tiene nada que envidiarle al centro de Beirut y estamos más que aliviados de haber podido alcanzar el refugio del hotel. Me voy a la cama hecho pedazos, los otros pasan la mayor parte del tiempo en el bar, mientras yo sueño con asesinatos...




Jueves 19/3


Las repercusiones 
Despierto sintiéndome fresco a eso de las 11:30 y vamos al aeropuerto a la una, luego de una corta pero animosa entrevista con "Reuters" y una prolongada sesión de despedida con la gente. El avión se mueve mucho y es incómodo, nos sentimos aliviados de tocar tierra a las 5:30 en Porto Alegre, Brasil. Hace calor y está horriblemente soleado, luego de un tedioso llenado de formularios y papeles, nos enfrentamos a 300 personas y llegamos a un ómnibus ¡¡de 40 asientos!! Manejamos al hotel donde somos confrontados por todavía más gente gritando "¡¡hola!!" y encegueciéndonos con flashes mientras bajamos del bus y nos apretujamos en la "recepción". Una visita rápida a nuestros cuartos "llenos de rosas" es seguida por la inevitable conferencia-catástrofe para prensa y TV. Es la usual "prueba de los 60 minutos" y luego comemos.
Comemos pescado, está muy fresco y apetitoso, también lo es, como luego descubrimos, el licor local "Pinger", para la segunda botella la mesa comienza a girar... la cama está lejos... lejos...




Fuente: Diario de la gira e imágenes tomadas del sitio The Cure en Argentina < http://tcea.com.ar


Datos del recital
Integrantes:


Robert Smith, Simon Gallup, Porl Thompson, Boris Williams, Laurence Tolhurst


Prueba de sonido: 

  • three imaginary boys
  • give me it
  • a girl from ipanema
  • kyoto song
  • a night like this
  • kyoto song
  • primary
  • one hundred years  






Set de temas:

  • shake dog shake
  • piggy in the mirror
  • play for today
  • a strange day
  • primary
  • kyoto song
  • charlotte sometimes
  • inbetween days
  • the walk
  • a night like this
  • push
  • one hundred years
  • a forest
  • sinking
Encore 1:

  • close to me
  • let's go to bed 

Encore 2:

  • six different ways
  • three imaginary boys
  • boys don't cry 

Encore 3:


  • faith
  • give me it
  • 10.15 saturday night
  • killing an arab