Los años traen días, los días traen recuerdos, Los recuerdos quedan, Lo que queda es lo que te hace sentir y, lo que te hace sentir, es lo que te mantiene vivo/a. Me mantiene viva el día a día porque de cada día queda un recuerdo que puedo contarle a mis amigos, a mi familia, A cualquier persona estando borracho/a podría contarselo ya que todos en el estado de ebriedad somos amigos ¿no? Ese recuerdo más bien es lo que te hace sonreír cuando lo recordás o tal vez llorar. Recordar... Recuerda cuando eras joven, Lo cantó Roger Waters en su famoso tema "Shine On You Crazy Diamond" recuerda cuando eras niño y sonreías tan solo por ir más alto en el sube y baja y llorar porque del mismo tan inocente caíste y te lastimaste la rodilla. Tanto me divertía en el sube y baja... Nada importaba a esa edad. La diversión de ahora se canaliza de una manera diferente, Se trata de tomarte unos días para alejarte del trabajo por ejemplo, Los problemas.., La ciudad, La ciudad de contínuo movimiento, Mucha gente, mucho ruído, mucho.... Es esa lejanía que queremos encontrar en algún lugar lejos de acá, Lejos de ahí, Lejos de allá. Tal vez en algún campo verde en donde particularmente me gusta salir a fumar un cigarrillo y escuchar música natural: el canto de los pajaritos y del viento. Aquel campo donde no se escuchan las bocinas de los autos en medio del peor tráfico con que uno puede toparse en Mariscal López (no podía evitar nombrar eso siendo que muchos odiamos el trafico de esa calle) o cruzarse con colectivos que tiran mucho humo del caño de escape y no poder respirar ese aire puro que llega a mis pulmones y así poder sentir también como la tranquila y suave brisa del mismo se topa contra mi cara... Sentir el calor de mañanas libres de ver el sol en tu acogedora morada, tu acogedora cabaña o carpa. Que mejor que sentir ese calorcito que calienta suavemente tu piel cuando la tenemos un poco fría.
Hable de una clase de diversión de lo que era antes y lo que es ahora y de lo mucho que pega salir a relajarte cuando necesitas hacerlo. ¿Por qué? No tengo idea.
Lo único que se es que tenemos que vivir el presente, el HOY, donde al final todo se transforma en recuerdos.
Por María Cecilia Rojas