lunes, 22 de abril de 2013

Crítica: Delicioso paraíso (Por Pilar González)

La siesta de esta tarde de verano en el pueblo tiene la textura del vaho pegajoso que se levanta del agua podrida de las zanjas. Entre chicharras y otros insectos, un muerto se pudre a la sombra a la espera de un cajón. Y es que en este lugar olvidado del mundo ni los cajones llegan a tiempo, y ni qué hablar de la educación o el progreso. Delicioso paraíso tiene una escena inicial inolvidable, en donde una maestra gruñona corrige cuadernos con furia, indignada por el nivel de sus alumnos mientras su hermana –monumento al mal gusto- se depila el cavado, toma mate, mordisquea una manzana y come pan con mermelada alternativamente. Esa escena de casa humilde tan bien plantada da una idea del universo en el que se mueven las cuatro protagonistas de este melodrama provinciano con toques de policial. Con la llegada de la hermana de Buenos Aires, la tormenta comienza a esbozarse. Cae la noche, los grillos enloquecen y la porteña despliega ante las otras sus vestidos y sus chucherías de diseño. Cada una tiene una decepción guardada en el alma, tan guardada como la tía Dina, la cuñada libertina del muerto encerrada y olvidada por prevención.   

Las actuaciones son soberbias: posturas corporales, dicción, gestos, todo calza como un guante en la caracterización de las hermanas y su tía demente que baila cumbia de manera libidinosa. La relación entre los personajes está muy bien planteada, proponiendo un juego de ironías que redunda en diálogos plenos de lugares comunes, que van y vienen holgadamente entre la comicidad y el espanto. La trama es sencilla, y es allí en donde cobran fuerza esos pequeños pasos de esta comedia costumbrista del horror, en donde el muerto del placard descansa plácidamente sobre la cama, vestido con una camisa hawaiana y a la espera del entierro.

Delicioso paraíso es una invitación a sumergirnos en esa zanja de agua podrida, a bucear en las pequeñas miserias ajenas en busca de atisbos de luz, inteligencia y verdad. Todo será revelado a su tiempo, hasta la utilidad de esas flores de plástico que el público recibe al ingresar a la sala. En ese camino, y como en una procesión, las hermanas reconstruirán el árbol de esa estructura familiar deshecha, sólo para volverlo a tumbar.



Ficha técnica:

Delicioso paraíso, de Alejandra Rubio
Elenco: Alejandro Álvarez, Meme Mateo, Victoria Carambat, Paula Lemme, Goly Turilli y Maitina De Marco
Escenografía y vestuario: Maira Revollo
Luces: Diego Saggiorato
Asistencia de escenografía y vestuario: Mariela Reatco
Asistencia de dirección: Verónica Roux
Dirección: Alejandra Rubio