En este artículo hablaré de cómo la música forma parte de nuestra identidad a lo largo de nuestra vida, cómo y de dónde recibimos influencias sea en forma consciente o inconsciente, entre otras cosas. Ejemplificándolo a nivel personal, en cierta forma todos tenemos un legado musical.
Mi primer acercamiento a la música fue inmediato. Bueno, desde el rol de simple oyente recuerdo que las tendencias musicales fueron variando a medida que fui creciendo. De chico, escuchaba música relacionada más bien con los gustos de mis padres. Lo que más dominaba por ese entonces era la música dance de los 80’. Abba, Bee Gees, Michael Jackson, Madonna, Gloria Gaynor, Tina Turner, Modern Talking, A-ha, Duran Duran. También lo melódico se hacía presente con artistas como Gloria Stefan, Luis Miguel, Julio Iglesias, Daniela Romo, Whitney Houston,Celine Dion, Barbra Streisand entre otros. Pero la variedad de música no se detenía ahí. Era típico también que a la mañana se escuchara música desde la pieza de mi abuela. Óperas y conciertos. Bach (aunque muchas veces lo cortaba ya que mucho no le gustaba), Beethoven, Vivaldi, Tchaikovsky, Mozart eran los principales sonidos matutinos. Imagínense que yo tenía nueve años y escuchaba música clásica ¡Era el freak del curso en mi escuela! Aunque tampoco se detuvo ahí. También el folklore se hacía presente. Recuerdo en verano estar expectante del festival de Cosquín. De hecho, yo quería aprender guitarra para tocar folcklore. Tendría unos 10 u 11 años. Paralelo a eso, en la escuela comenzaba mi contacto con el rock gracias a las clases de música. Allí descubrí bandas como Queen, The Beatles, Led Zepellin, Guns and Roses, entre otras.A los 12 fue cuando comencé a buscar otro tipo de música, en cierta forma, a querer apropiarme de música que no solía escucharse en mi casa. Comencé con el rock alternativo nacional, bandas como Babasónicos, Juana la loca, Los brujos, Peligrosos gorriones y Martes Menta, sumándose a ello las bandas nacionales de los 80 como los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, Virus, entre otras. Ahora pues viene un período bastante raro en términos musicales ya que fue cuando quise experimentar con bandas stones como Intoxicados, Viejas Locas, Ratones Paranoicos, Jóvenes Pordioseros, etc. Fue necesario para poder luego criticar con criterio y fundamento. Pienso que no puede juzgarse una banda si no se escuchó con atención. Aún así, respeto a quienes sean seguidores de dicho estilo. A los 14 dejé a un lado lo ‘barrial’ y comencé a ahondar en lo que se llama New Wave. The Cure, Joy Division, The Smiths, Echo and the Bunnymen, Siouxsie and the Banshees eran parte de mi playlist. En el intervalo entre la etapa stone y new wave, pasé por la etapa grunge con Nirvana como máximo exponente. Imagínense que para ese entonces era muy común encontrarse con las tribus urbanas…Con semejante mix de estilos, ¿Cómo me etiquetaba? Pues en nada. Ningún rótulo porque encasillarse en un estilo sería una actitud egoísta ¡Me hubiese perdido de muchas cosas! Desde ese entonces que he escuchado miles de bandas y estilos, apropiándome de algunos y desechando otros. En la actualidad, me encuentro buscando principalmente en la música indie. Es por eso que una de las metas de Escritos Circulares es la difusión de aquellos artistas que pelean por un lugar en la música[1]. Tanto talento y creatividad en el anonimato se merecen difusión.
[1] Entre otras cosas ya que E.C es un sitio creado para la difusión del arte en todas sus expresiones.
