Era tarde. Apagué el cigarro y me acosté. Se me hacía complicado dormir, los pensamientos empezaban a retumbar en mi mente. Algunos absurdos, otros existencialistas, otros sobre la rutina…Entre ellos, hubo uno que captó la atención. El planteo era el siguiente: ‘Afirmar la existencia de un sólo mundo dentro del mismo es absolutamente egoísta'. Y lo empecé a justificar como si estuviese ante un congreso de intelectuales. ¿Cómo lo justifiqué? Como mencioné en el enunciado un solo mundo no existe. En cierta forma existen varios mundos, bueno quizás submundos, paralelos a la realidad de uno. Mientras yo me hacía este planteo raro, otros estaban viviendo realidades totalmente distintas. Empecé a fantasear un poco con estos submundos e imaginaba que, por ejemplo:
‘Mientras una niña fallaba su examen en Alemania, otra disfrutaba de su graduación en Chile. Mientras un hombre era despedido en Turquía, otro era contratado en México. Mientras una mujer esperaba recibir un mail en España, otra esperaba recibir agua potable en Senegal. Mientras en Australia un joven sufría la angustia de ser abandonado por su novia, otro en Francia gozaba de la más pura expresión del amor con su pareja. Mientras en Bs As se quejaban de la lluvia torrencial, en Catamarca se quejaban de los meses de sequía’
'¿Ante cuántas realidades me enfrento día a día?,' pensé. Intenté responder pero me quedé dormido. Quizás mientras yo descansaba, alguna persona de algún recóndito lugar de la Tierra encontraba la respuesta...
Escrito por Claudio Gómez
