miércoles, 31 de octubre de 2012

Carta de Kafka a Milena

Franz Kafka (1924) a su traductora, Milena, muerta en el campo de concentración de Ravensbruck:

“Martes. 

Esta Mañana volví a soñar contigo. Estábamos sentados juntos, y tú me apartabas, no de mal modo, sino amablemente. Yo me sentía muy desdichado. No porque me apartaras sino por mi culpa, porque te trataba como a una silenciosa cualquiera, y no percibía la voz que hablaba en tí, que justamente me hablaba a mí. O tal vez no fuera que no la percibiera, sino que no pudiera contestar. Más desconsolado aún que en el otro sueño, me iba. 

Me acude a la memoria algo que una vez leí en alguna parte, más o menos era así: Mi amada es una columna de fuego, que se traslada por la tierra. Ahora me tiene preso. Pero no conduce a los que ha apresado, sino a los que la ven. 

Tuyo, Franz.”