viernes, 8 de febrero de 2013
Recomendado del viernes: Lincoln (Por Juan E. Tranier)
2/08/2013 10:34:00 a. m.
Cine, Recomendado del viernes
Probablemente no haya dos
directores contemporáneos tan diferentes entre sí en el Hollywood actual como Quentin
Tarantino y Steven Spielberg; el primero bebe de los géneros bastardos y
marginales (el pulp, el spaghetti-western y el blaxpoitaition) y el segundo de
los géneros más canónicos y clásicos (el de aventuras, la ciencia-ficción y el
bélico); sin embargo, ambos han coincidido en sus últimas películas en trabajar
el mismo tema, pero, por supuesto, desde perspectivas diametralmente opuestas:
la esclavitud, el contexto y su abolición.
Mientras que Tarantino deja
fluir su imaginación y libera una anacrónica (o ucrónica, mejor dicho) venganza
sobre los opresores (como ya ocurría en Bastardos
sin Gloria [Inglourious Basterds,
2009]), Spielberg se apega a la Historia (en mayúsculas) lo máximo posible,
pero, raro en su filmografía más no infrecuente, no cede a la tentación de la
espectacularidad ni del uso de efectos de última generación, sino que filma una
película de interiores, reflexiva, inteligente y rigurosa en sus formas.
Para que el mecanismo de
reflejo fiel de la Historia funcione en Lincoln
(2012) no podía sino contar con Daniel Day-Lewis, monstruo actoral que todo lo
devora (parece que en un primer momento el protagónico iba a caer en manos de
Liam Neeson); Day-Lewis ya no actúa, ejerce la mímesis, hace de ilusionista,
desaparece completamente para dar lugar, cual sesión espiritista, al fantasma
de Abraham Lincoln, en un papel que, cantadísimo, le ameritará el tercer Oscar
de su carrera, logrando un record en dichos premios.
Spielberg, y la actuación de
Daniel Day-Lewis, parecen apoyarse en el film de 1939 de John Ford, El Joven Lincoln (Young Mr. Lincoln), película
muy fluida y ligera que cuenta los primeros pasos de Abraham Lincoln como joven
abogado defensor en Illinois, en una rara y divertida película de juicio, otro
sub-género muy transitado, donde la interpretación de Henry Fonda es seminal
para la performance de Day-Lewis.
Ahora bien, la actuación de
Daniel Day-Lewis es prodigiosa y admirable, pero también cerca de la estampa y
del mármol, de la cual logra escapar gracias a los momentos intimistas que
Spielberg y Kushner crean, lugares donde no hay certezas y la reconstrucción es
más “humana”, ejemplo de esto son las escenas familiares de Lincoln junto a sus
hijos (lograda actuación la del joven Gulliver McGrath, morbosa e
interesantemente atraído por la esclavitud; no tanto la de Joseph
Gordon-Levitt, obsesionado en participar activamente en elfrente de batalla) o
junto a su torturada esposa Mary-Ann Lincoln (Sally Field), recordada como una
loca que deambulaba por los pasillos de la Casa Blanca llorando y lamentando la
muerte de su primer hijo.
Se podría decir que Lincoln no es estrictamente una biopic
(película biográfica sobre alguna persona o personaje célebre), sino la
representación de un momento puntual de la vida de AbrahamLincoln y de la
historia de los Estados Unidos, esto es, los últimos cuatro meses del mandato del
16to presidente electo norteamericano en 1865, momento crucial en que se define
el fin de la Guerra Civil entre las facciones del norte y del sur y la
aprobación de la 13ra enmienda a la Constitución norteamericana, la que pondrá
punto final a la esclavitud, tal y como se la conocía hasta ese entonces.
Spielberg ya ha transitado y explorado el tema de la esclavitud en Norteamérica
en El Color Púrpura (1985,
The Purple Color) y en Amistad
(1998, Amistad).
Como dijimos antes, esta es una
película reflexiva e íntima, que cuenta como, a contrarreloj, Lincoln y el
partido republicano intenta pasar esta modificación a la Constitución antes del
fin de la guerra. Paradójicamente a lo que ocurre actualmente, los republicanos
son los progresistas abolicionistas y los demócratas aquellos que impedirán a
toda costa evitar este cambio inevitable (paradoja porque a casi 150 años de la
abolición de la esclavitud el partido demócrata ha conseguido ¡el primer
presidente negro electo de la historia de ese país!). La única escena
espectacular y que contiene algo de acción se ubica al principio del film,
donde veremos a soldados blancos y negros luchar sangrientamente con el barro
hasta la cintura, luego de esto la acción y la lucha se dará en los pasillos de
la Casa Blanca y en la Cámara de Diputados. El rasgo más rupturista que la
película propone es aquel que sugiere que Lincoln extendió la guerra más tiempo
de lo necesario para que su enmienda sea aprobada.
La discusión del film no es
sencilla y no se le brinda al espectador toda la información ya servida, lo
cual es una virtud en estos tiempos que corren donde se le da a la audiencia
todo ya digerido, infantilizando cualquier tipo de mensaje.
Se explica que Lincoln confiscó,
con los Poderes de Guerra que se le adjudicaron en esos tiempos violentos, los
esclavos a los Estados Confederados del Sur, los cuales podrían volver a ser de
su “propiedad” finalizada la guerra; este es el motivo de la urgencia del
ex-presidente, que desea fervorosamente que la modificación a la Constitución
sea aprobada para que todos los esclavos sean hombres libres finalmente. Esto
motiva que se ensucie las manos y tenga que comprar los votos necesarios
mediante cargos públicos ya que no posee mayoría parlamentaria, o que, en el
punto más radical del film, prolongue el conflicto hasta que se dé la votación
en la Cámara de Representantes.
El film, repetimos, es
interesante e inteligente y, a pesar de su extenso metraje (casi tres horas),
no es denso ni abrumador (a pesar de la multitud de personajes secundarios que
aparecen [párrafo aparte merece la participación de Tommy Lee Jones como el
republicano radical Thaddeus
Stevens, defensor de los derechos de los negros y contrapartida necesaria a la
figura de Lincoln] ni de los conceptos y vericuetos legales que se manejan), pero, en
muchos momentos peca de solemne y los diálogos parecen estar dichos ya pensando
en la posteridad y en la importancia del asunto tratado. La fotografía de
Janusz Kaminski es imponente, en amplias tonalidades de ocres, amarillos y
grises; la música de John Williams, colaborador de larga data de Spielberg, no
se anda con chiquitas y subraya todo momento importante; y la ambientación es
soberbia; todo lo dicho no es necesariamente positivo, sino que parece estar en
función de dejar la huella en la retina del espectador de que lo que se está
viendo es la Historia misma y, finalmente, le juega en contra, ya que le quita
vida y se nota la artificialidad (¡Spielberg llega a sobreimprimir, en un
fundido, una llama sobre el rostro de Lincoln en pleno discurso!). En un
momento en particular, Mary-Ann y Abraham (Field y Day-Lewis) mantienen una
conversación que es prácticamente un reto al espectador que desconoce la
historia o que la conoce parcialmente, aludiendo a cómo serán recordados y cuál
será el legado que dejarán; no parece creíble que nadie pueda llegar a tener
ese nivel de conciencia sobre algún acontecimiento que se esté vivenciando in
situ. Ese tipo de operaciones es recurrente a lo largo del film y restan muchas
más que lo que suman.
Dicho esto, no se puede negar
el timing y el pulso narrativo de Spielberg, que puede convertir una discusión
en una escena de suspenso vibrante (la del voto parlamentario) o la sensibilidad,
melancolía y la tristeza infinita al retratar los horrores de la guerra (la
visita de Lincoln al hospital o su recorrido por el campo de batalla).
Spielberg fue, es y seguirá siendo uno de los maestros del cine y, junto a
Tarantino y tantos otros, tienen la libertad para filmar sobre el tema que les
venga en gana y nuestro será el placer de ver sus obras y discutirlas
apasionadamente.
Por: Juan E. Tranier
Para finalizar, un adelanto de este film:
Ficha técnica:
Título: Lincoln, 2012, USA, 150’, 20th Century Fox
/ Dreamworks
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Tony Kushner, basado en el libro
"Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln" de Doris Kearns Goodwin
Producción:
Kathleen Kennedy,
Jonathan King, Daniel Lupi, Kristie Macosko, Jeff Skoll, Adam Somner, Steven Spielberg
Fotografía:
Janusz Kaminski
Montaje:
Michael Kahn
Música
original: John Williams
Vestuario:
Joanna Johnston
Arte:
Curt Beech, David Crank, Leslie McDonald
Reparto: Daniel Day-Lewis, Sally Field,
David Strathaim, Tommy Lee Jones, Joseph Gordon-Levitt, James Spader, Jackie
Earle Haley, Tim Blake Nelson
Sitio
oficial:
Trailer: